Dios de la Destrucción (破壊神,Hakai-shin) es el título otorgado a los seres de un poder excepcional, capaces de destruir la vida o los planetas en los Universos, a diferencia de los Dioses de la Creación quienes crean vida, con el fin de mantener el equilibrio de sus universos; teniendo total control sobre ellos aunque están sujetos al Rey de Todo quien está por encima de ellos,[2] al Rey de Todo del Futuro y al Gran Sacerdote quienes son sus superiores.
Son doce los dioses de la destrucción en el multiverso de Dragon Ball, uno para cada universo. Entre ellos está Beerus, el Dios de la Destrucción del Universo 7, cuya jurisdicción incluye al planeta Tierra. Su hermano gemelo es Champa, el Dios de la Destrucción del Universo 6 quien estuvo buscando las Superesferas del Dragón tanto en su universo como en el Universo 7. Actualmente ya se ha visto a todos los dioses de la destrucción. Estos dioses no adoptan una posición en particular: se les ha visto tanto calmados como caprichosos, así como intrigantes y conspiradores.
Rumoosh, (del inglés Rum y del japonés Habushu; ハブ酒), su equivalente al «alcohol de ron» en español.
Vermoud, (del inglés Vermouth), su equivalente al «vermú» en español.
Geen, (del holandés Jenever), su equivalente a la «ginebra» en español.
Poder
El poder de un dios de la destrucción está por encima de un Kaio-shin y al ser estos más fuertes su poder va más allá del nivel de aura normal, Y solo puede ser sentido por otros dioses. El aura de los Dioses de la Destrucción se expresa como una energía que fluctúa entre el color púrpura y fucsia emanando de sus cuerpos. Al tener un poder excepcional en comparación a los demás seres, tienden a ser los personajes más poderosos de sus respectivos Universos, solo siendo superados por sus Asistentes. Una pelea entre dioses destructores podría ocasionar la destrucción de varios Universos, por lo que estas disputas están restringidas para ellos, y son sus Ángeles quienes los supervisan para evitar daños indeseados en los universos. Solo se les permite pelear si así lo autoriza el Gran Sacerdote[3] o el propio Rey de Todo.
Contrariamente a los Kaio-shin, los Dioses de la Destrucción parecen manifestar su divinidad en el poder destructivo puro, mientras que los Kaio-shin lo expresan en su capacidad de crear y difundir la vida a través del universo. Debido a la naturaleza de sus habilidades, los Dioses de Destrucción tienen un poder combativo más elevado que sus contrapartes. Tanto Beerus como Champa son comparables y/o casi tan poderosos como Whis y Vados, sus respectivos asistentes de Ángel, y esto también se aplica a los otros Dioses de la Destrucción.
Asistentes
Cada Dios de la Destrucción cuenta con su propio Ángel asistente, quien a su vez funge como su maestro de artes marciales, por ejemplo Whis, quien supervisa y capacita a Beerus como Dios de la Destrucción del Universo 7. En el caso de Vados, ella vela por la salud de Champa. En la eventualidad que un Dios de la Destrucción muriese, el/la ángel deja de tener relevancia alguna y solo puede acceder a acatar órdenes si se le asigna un nuevo Dios de la Destrucción. En el caso particular de la Línea de tiempo alternativa de Trunks del Futuro, Zamas del futuro y Oscuro erradican a todo Kaio-shin vivo y debido a esto, todos los Dioses de la Destrucción mueren y por tanto todos los Ángeles que los servían quedaron en inactividad.
Candidatos y sustitutos
Goku y Vegeta entrenando con Whis
Pese a su inmenso poder y longevidad, los Dioses de la Destrucción son mortales. Por esta razón, su ángel asistente buscará y entrenará a posibles reemplazos. Los candidatos no requieren ser de raza divina puesto que se seleccionan a mortales como candidatos si poseen suficiente poder. Los únicos candidatos a Dioses de la Destrucción conocidos son Goku y Vegeta del Universo 7 quienes rechazaron la oferta, y Toppo del Universo 11.
El Rey de Todo tiene la potestad de nombrar nuevos Dioses de la Destrucción si nota que éstos no están haciendo bien su trabajo. El Rey de Todo menciona esto tras ver las acciones de Beerus y Champa, quienes reaccionan temerosos, aunque no se trataba más que de una broma. Esto demuestra que incluso los dioses destructores deben respetar a ambos Reyes de Todo y al Gran Sacerdote como sus superiores en jerarquía y poder.
Agente de la destrucción de Sidra
Los dioses de la destrucción no siempre trabajan solos en su labor y pueden incluso designar a un mortal la tarea de destruir, convirtiéndose así en un agente de la destrucción.[4] El único ejemplo de esto en el Universo 7 fue Freezer, a quien antes del Año 739 se le conocía por ayudar a Beerus a destruir cosas, Y también fue él quien le mencionó alguna vez que destruyera al Planeta Vegeta, tras haberlos visitado.[5] En el Universo 11, las Tropas del Orgullo trabajan bajo y/o son supervisados por Vermoud, excepto que en su caso, destruyen solo al mal. Los dioses destructores también trabajan con e incluso protegen a su Kaio-shin de ser necesario. Previo al Torneo de Fuerza, Sidra reclutó a un grupo de asesinos para actuar como agentes de la destrucción, brindándole a su líder la Energía de la Destrucción para usarla contra Freezer.[6]
A pesar del lazo que los une, los Kaio-shin y los Dioses de la Destrucción nunca se han llevado bien, debido a que los Kaio-shin temen la destrucción de una gran cantidad de planetas, pero una vez cada mil años, éstos se juntan en sus reinos. En una ocasión, Beerus encerró al Kaio-shin Anciano en la Espada Z, sin embargo, años después fue liberado al romperse accidentalmente la Espada Z.[7] Aun así, los Dioses de la Destrucción están unidos al destino de los Kaio-shin. Para mantener un equilibrio en el universo, si el Kaio-shin muriese, lo mismo ocurriría con el Dios de la Destrucción, o en todo caso el 'Dios Destructor' moriría una vez que todos los Kaio-shin de ese Universo muriesen (como ocurrió en la Línea de tiempo alternativa de Trunks del Futuro, cuando Shin se sacrificó para que Trunks del Futuro pudiese derrotar a Dabra y a Babidi, lo que ocasionó que el Beerus de esa continuidad también muriese).[8] Solo las propias deidades y sus ángeles asistentes poseen dicho conocimiento y apenas unos pocos fuera de los rangos superiores o mortales como el caso de Goku se les ha confiado con dicho conocimiento.[9]
Pese a su poder y su posición, los Dioses de la Destrucción gobiernan cada universo propio de manera independiente adoptando incluso de maneras más efectivas de hacerlo, como poder mejorar el desarrollo y la evolución a largo plazo de su propio universo en un trabajo conjunto con sus respectivos Kaio-shin. Este esfuerzo conjunto ayudó a algunos universos evadir la posible destrucción en el Torneo de Fuerza.
El título Dios de la Destrucción ha sido empleado por siete personajes en la franquicia de Dragon Ball, siendo todos villanos o protagonistas:
Freezer: Aunque el villano emperador nunca reclamó el título para sí mismo, en una ocasión Rou notó que era más un Dios de Destrucción que el propio Sidra, al presenciar la cruel naturaleza e impresionante poder del tirano.
El Patrullero (XV): En el modo historia de Dragon Ball XENOVERSE 2, tras someter a un iracundo Beerus, Whis asegura el Patrullero ha superado a Goku Super Saiyajin Dios y que un día podría superar a Beerus, ofreciéndole ser el nuevo Dios de la Destrucción, a lo cual Chronoa se niega. No obstante, el Patrullero puede desbloquear el título de Dios de la Destrucción como perfil de datos del juego.
Este amplio panteón de dioses destructores pudo haberse basado en diversas mitologías o historias como las siguientes:
Jerez, de la mitología egipcia, se asemejaría a la alegre y bondadosa diosa del amor «Hator», y su contraparte «Sejmet» cuando pierde el control y se muestra agresiva.
Liquir, de la mitología sintoísta, procedente del 'Yōkai o entidad espiritual llamada «kitsune» y sirviente del dios de la fertilidad «Inari».
Rumoosh, de la mitología hindú, se asemeja a la deidad Ganesh o Ganesha. Es considerado maestro de la inteligencia y sabiduría.
Sidra, de la mitología nórdica, representaría a los enanos nórdicos (en nórdico antiguo dvergar, singular dvergr), aparecidos en el «Edda Poético» de la «Völuspá».
Vermoud, como It (o «Pennywise» el payaso) de la novela homónima de Stephen King, fue una entidad maligna del «Macrocosmos», adversario de su hermano «Maturin» la tortuga.
